La Región de Murcia se ha convertido en la primera comunidad autónoma de España en crear un tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) destinado exclusivamente a los trabajadores que perciben el Salario Mínimo Interprofesional. Con esta decisión, el Gobierno autonómico busca aliviar la presión fiscal sobre los contribuyentes con menores ingresos y situarse a la vanguardia en políticas tributarias de carácter social.
El nuevo tramo beneficiará a unas 16.000 personas en la región, entre las que se encuentran jóvenes que acaban de incorporarse al mercado laboral, familias monoparentales, mujeres con contratos parciales y empleados de sectores con alta temporalidad. Hasta ahora, estos contribuyentes pagaban una parte del IRPF autonómico a pesar de que su capacidad económica era muy limitada. Con la medida aprobada por Murcia, el esfuerzo fiscal se reducirá notablemente y, en muchos casos, desaparecerá casi por completo.
Para comprender el alcance de esta reforma, basta con un ejemplo. Un trabajador soltero que perciba el salario mínimo de 2025, fijado en 1.134 euros al mes en 14 pagas, debía destinar en torno a 340 euros anuales al tramo autonómico del IRPF. Gracias a la medida, esa cantidad quedará prácticamente eliminada, lo que en la práctica supone disponer de una paga adicional al año sin necesidad de trabajar más horas ni asumir mayores responsabilidades.
El Ejecutivo regional justifica este cambio como un ejercicio de justicia fiscal, al considerar que quienes menos ganan no pueden soportar la misma carga tributaria que otros contribuyentes con rentas medias o altas. Además, la medida se enmarca en un contexto de creciente presión sobre los hogares debido a la inflación y al encarecimiento de la cesta de la compra, por lo que el alivio económico llega en un momento clave. Se espera que, además de mejorar la situación de los trabajadores afectados, el dinero que dejará de recaudarse a través de este tramo se reinvierta de forma inmediata en la economía local mediante un mayor consumo de bienes y servicios básicos.
No obstante, la medida también plantea ciertos retos. Las empresas tendrán que adaptar sus sistemas de nóminas para ajustar las retenciones correctamente, y los contribuyentes deberán estar atentos en la próxima declaración de la renta para comprobar que el beneficio se refleja de forma adecuada. Al tratarse de una decisión autonómica, los residentes fiscales en otras comunidades no podrán acogerse a este beneficio, lo que abre un debate sobre la desigualdad territorial en materia fiscal. Además, la reducción de la recaudación autonómica podría obligar en el futuro a replantear los presupuestos regionales para garantizar la financiación de servicios públicos.
Con todo, la iniciativa de Murcia marca un precedente que podría ser imitado por otras comunidades autónomas. La posibilidad de que más regiones apliquen medidas similares abriría un camino hacia un IRPF más progresivo y adaptado a la realidad de los contribuyentes con rentas bajas. Mientras tanto, los trabajadores murcianos con ingresos equivalentes al SMI ya pueden contar con un alivio fiscal tangible que mejora de forma directa su capacidad de gasto.
En un escenario en el que las reglas fiscales cambian con rapidez, contar con el acompañamiento de profesionales es clave. Una asesoría fiscal puede garantizar que las nóminas reflejen correctamente esta reducción, que las declaraciones de la renta se presenten sin errores y que los contribuyentes aprovechen no solo este beneficio, sino también otras deducciones estatales y autonómicas que siguen estando vigentes.